Entre los años 2002 y 2008 oficiales colombianos de los más altos rangos estuvieron involucrados en los asesinatos de más de 3.500 civiles con el objetivo de hacer pasar los muertos por bajas en las filas de las FARC, según el informe que acaba de publicar Human Rights Watch (HRW) resumiendo el caso de los llamados 'falsos positivos'.
Hay “amplias evidencias” que sugieren
que coroneles y generales del Ejército colombiano “sabían o deberían
haber sabido” de los ‘falsos positivos’ e incluso “podrían haberlos
ordenado”, reporta la organización.
“Los oficiales del Ejército que estaban al mando cuando sucedieron las
ejecuciones han conseguido eludir la acción de la justicia e incluso han
ascendido a los niveles más altos del mando militar, incluidos los
actuales comandantes del Ejército Nacional y de las Fuerzas Militares”,
denuncia José Miguel Vivanco, director de las Américas de Human Rights
Watch.
En Colombia, se llama ‘falsos positivos’
a los civiles que fueron engañados por militares con promesas falsas de
trabajo y movilizados a áreas recónditas del país donde les ejecutaban
en masa para contabilizarlos luego como bajas de la guerrilla en
combate. Desde que hace siete años estalló el escándalo de las
ejecuciones extrajudiciales, las condenas ya dictadas han recaído en su mayoría sobre soldados y oficiales de bajo rango.
Según subraya la entidad, los fiscales
colombianos han logrado identificar a, al menos, 180 batallones y otras
unidades tácticas que habrían podido realizar las ejecuciones, pero
tienen dificultades para avanzar en las investigaciones. No solo no
pueden acceder a información militar, sino que numerosos casos siguen
siendo manejados por la Justicia Penal Militar, por
lo que “prácticamente se garantiza la impunidad” de los culpables,
comenta Vivanco.
Según él, varios oficiales que han
declarado contra sus superiores sufren represalias. “El Gobierno
colombiano debería ordenar a las autoridades militares que cooperen con
las investigaciones, asignar suficientes fiscales a los casos y
garantizar protección a los testigos y sus familias”, concluye HRW, que
pide también a Washington, que está colaborando militarmente con
Colombia, que exija explicaciones a su aliado.
El informe de Human Rights Watch “está
vinculado de una manera indirecta” con las negociaciones de paz con las
FARC, sugirió ante RT el periodista Alfredo Molano. “Este informe
inclusive facilitaría una posición más flexible por parte de la
guerrilla con relación a la justicia”, comentó.
Vía RT
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