ANTONIO ALBIÑANA
En el pequeño pueblo de La Macarena, región del Meta, 200 kilómetros al sur de Bogotá, una de las zonas más calientes
del conflicto colombiano, se está descubriendo la mayor fosa común de
la historia reciente de Latinoamérica, con una cifra de cadáveres "NN",
enterrados sin identificar, que podría llegar a los 2.000, según
diversas fuentes y los propios residentes. Desde 2005 el Ejército, cuyas
fuerzas de élite están desplegadas en los alrededores, ha estado
depositando detrás del cementerio local cientos de cadáveres con la
orden de que fueran inhumados sin nombre.
Se trata del mayor enterramiento de víctimas de un
conflicto de que se tenga noticia en el continente. Habría que
trasladarse al Holocausto nazi o a la barbarie de Pol Pot en Camboya,
para encontrar algo de esta dimensión.
Tras el cementerio de La Macarena, a 200 km. de Bogotá, se enterraron miles de cuerpos sin nombre
El jurista Jairo Ramírez es el secretario del Comité
Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia y acompañó
a una delegación de parlamentarios ingleses al lugar hace algunas
semanas, cuando empezó a descubrirse la magnitud de la fosa de La
Macarena. "Lo que vimos fue escalofriante", declaró a Público.
"Infinidad de cuerpos, y en la superficie cientos de placas de madera de
color blanco con la inscripción NN y con fechas desde 2005 hasta hoy".
Ramírez agrega: "El comandante del Ejército nos dijo que eran guerrilleros dados de baja en combate,
pero la gente de la región nos habla de multitud de líderes sociales,
campesinos y defensores comunitarios que desaparecieron sin dejar
rastro".
Mientras la Fiscalía anuncia investigaciones "a partir
de marzo", tras las elecciones legislativas y presidenciales, una
delegación parlamentaria española integrada por Jordi Pedret (PSOE),
Inés Sabanés (IU), Francesc Canet (ERC), Joan-Josep Nuet (IC-EU), Carles
Campuzano (CiU), Mikel Basabe (Aralar) y Marian Suárez (Eivissa pel
Canví) llegó ayer a Colombia para estudiar el caso y hacer un informe
para el Congreso y la Eurocámara. La situación de la mujer como primera
víctima del conflicto y la de los sindicalistas (solo en 2009 fueron
asesinados 41) centrarán también su trabajo en diferentes zonas del
país.
El horror de La Macarena ha puesto de actualidad la
existencia de más de mil fosas comunes con cadáveres sin identificar en
Colombia. Hasta finales del pasado año, los forenses habían censado unos
2.500 cadáveres, de los que habían logrado identificar a cerca de 600 y
entregar los cuerpos a sus familiares.
La localización de estos cementerios clandestinos ha sido posible gracias a las declaraciones en versión libre
de los mandos medios presuntamente desmovilizados del paramilitarismo y
acogidos a la controvertida Ley de Justicia y Paz que les garantiza
una pena simbólica a cambio de la confesión de sus crímenes.
La última de estas declaraciones ha sido la de John Jairo Rentería, alias Betún,
quien acaba de revelar ante el fiscal y los familiares de las víctimas
que él y sus secuaces enterraron "al menos a 800 personas" en la finca
Villa Sandra, en Puerto Asís, región del Putumayo. "Había que desmembrar
a la gente. Todos en las Autodefensas tenían que aprender eso y muchas
veces se hizo con gente viva", ha confesado el jefe paramilitar a la
fiscal de Justicia y Paz.
Alfredo Molano. Sociólogo y escritor
Alfredo Molano, uno de los columnistas más influyentes
de Colombia, ha recorrido el país como cronista de la violencia, lo que
le valió el exilio para escapar de las amenazas de militares y
paramilitares.
¿Cuál es la situación de las fosas en Colombia?
La propia Fiscalía General de la Nación habla de 25.000 “desaparecidos”, que en algún sitio tienen que estar. Hay cementerios clandestinos enormes en Colombia. Hay gente borrada. También es posible que hayan hecho desaparecer muchos restos como en los hornos crematorios del nazismo.
¿Estas fosas tienen que ver con los llamados ‘“falsos positivos”?
Sí, todo esto puede estar relacionado con los “falsos positivos” [colombianos civiles asesinados a la que se presentaba como “muertos en combate”]. El ejército los enterraba clandestinamente. Buena parte de ellos van a encontrarse en estas fosas comunes.
¿Cuál puede ser la magnitud de estos hallazgos de fosas?
Terrible. Ni en los años cincuenta hubo en Colombia tanta brutalidad como la que muestran estas acciones de los paramilitares, pero el Gobierno no tiene voluntad de investigar a fondo, y sólo dejará que aparezcan algunas tumbas. Además, los plazos son larguísimos y las dificultades técnicas para las identificaciones, pruebas químicas y ADN son enormes.
¿Cuál es la situación de las fosas en Colombia?
La propia Fiscalía General de la Nación habla de 25.000 “desaparecidos”, que en algún sitio tienen que estar. Hay cementerios clandestinos enormes en Colombia. Hay gente borrada. También es posible que hayan hecho desaparecer muchos restos como en los hornos crematorios del nazismo.
¿Estas fosas tienen que ver con los llamados ‘“falsos positivos”?
Sí, todo esto puede estar relacionado con los “falsos positivos” [colombianos civiles asesinados a la que se presentaba como “muertos en combate”]. El ejército los enterraba clandestinamente. Buena parte de ellos van a encontrarse en estas fosas comunes.
¿Cuál puede ser la magnitud de estos hallazgos de fosas?
Terrible. Ni en los años cincuenta hubo en Colombia tanta brutalidad como la que muestran estas acciones de los paramilitares, pero el Gobierno no tiene voluntad de investigar a fondo, y sólo dejará que aparezcan algunas tumbas. Además, los plazos son larguísimos y las dificultades técnicas para las identificaciones, pruebas químicas y ADN son enormes.
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