PARAGUAY
Foto: UH Edicion Impresa
Felipa Rojas (35) dejó su comunidad Mbói Cuá, en San Pedro, hace 15 días, para venir a reclamar a las autoridades en Asunción un pedazo de pan. Ayer la encontraron muerta bajo una carpa de hule negro frente al Instituto Nacional del Indígena (INDI). Murió de hambre, manifestaron los miembros de su comunidad y su propio hermano.
Felipa Rojas, según otros nativos, pasó estos días rebuscándose en los basureros de las casas residenciales y de vez en cuando iba de pesca al río. La mujer sería miembro de la comisión de su comunidad que llegó hasta la capital en busca de ayuda; llegaron con ella su hija Cintia Benítez Rojas y su hermano Ricardo Gómez.
NO PROBÓ BOCADO. El jueves Felipa Rojas se sintió mal ya que no probó ningún bocado, por lo que un líder espiritual lo revisó. Este líder, de nombre Isabelino Martínez, de Caaguazú, fue quien la contuvo hasta donde pudo, ya que la misma llegó en la tarde del jueves al lugar con mucha hambre, había cocinado un poco de pescado, pero no pudo comer. Se acostó a dormir alrededor de las 20.00 y ya no despertó.
Alrededor de las 6.30 de ayer viernes uno de sus familiares fue a intentar despertarla, sin embargo ya la encontró sin signos de vida.
Uno de los líderes de otra etnia que se encuentra también de visita por Asunción para solicitar una ayuda en alimentos para su comunidad, de nombre Sindulfo Vera, manifestó que no dejarán en vano dicha muerte, ya que culparon directamente al INDI por la falta de atención a la mujer. “Ellos nos dan 20.000 guaraníes por día para que toda una familia coma y eso no alcanza ni para comprar pan, eso es indignante”, manifestó Vera.
Ningún representante del organismo del Estado se presentó ante la prensa para dar alguna explicación.
Una funcionaria tuvo que salir solo para hacerle firmar a los familiares una nota de aprobación para que el cuerpo de la mujer sea llevado a la Morgue para ser sometido a una autopsia.
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